jueves, 24 de septiembre de 2015

Cómo improvisar un discurso con éxito




Cómo improvisar un discurso con éxito
En algún momento de nuestra vida, tanto a nivel profesional como a nivel personal, nos hacen entrar en acción y tenemos que improvisar un discurso como si pareciera que lo hubiéramos ensayado una y otra vez. El secreto es saber improvisar con orden.

Con el siguiente formato se adquiere la destreza que pocos dominan: hablar en el momento. Dicho formato consta de 4 sencillos pasos:

1) Reformula el Tema
2) Da tu punto de vista
3) Muestra una evidencia
4) Sugiere una acción

1) Reformula el tema: Cada vez que tengas que hablar en público existe un tema central que deberás reformular para tomar el control de la situación. Tal vez la mayoría de nosotros ante ese reto comenzaríamos dando nuestra opinión, pero sería un error, ya que sólo compartirías tus pensamientos.

Primero debes identificar el tema que representa la esencia del problema que se discute.
Por ejemplo, el Sr. Gómez al que se le pregunta:

Sr. Gómez, ¿cuál es su opinión acerca de las bajas ventas de la empresa y qué sugiere?”

A lo cual, él podría responder de la siguiente manera:

-“Considero que este problema tiene que ver con la insatisfacción de nuestros clientes al no cubrir nuestro servicio sus expectativas”.

De esta manera la respuesta del Sr. Gómez comienza con la seguridad suficiente para interesar a la audiencia y continuar escuchándole.

2) Da tu punto de vista: Debe ser conciso, fácil de entender y difícil de malinterpretar. Te sugiero uses dos frases, si puedes usar sólo una mucho mejor. Puedes empezar diciendo “Mi punto de vista es…” o “La manera en que yo lo veo es…”.

Volviendo al ejemplo, el Sr. Gómez, éste podría decir:

Mi punto de vista es que hemos descuidado la calidad de nuestro servicio y que con ese factor en contra, en algunos años estaremos fuera del mercado si no actuamos de inmediato”.

3) Muestra una evidencia: Tus palabras dejan de ser una mera opinión cuando las acompañas de una evidencia que soporta su validez. Aquí puedes apoyarte por una experiencia personal, analogías, citas celebres, cifras y estadísticas, tú eliges.

Aquí es muy importante que hagas una buena transición entre tus ideas y la evidencia a manera que se escuche muy natural. Por ejemplo, ahora el Sr. Gómez podría continuar así:

La razón por la que pienso así es: Hace años trabajaba para una compañía que no se preocupaba del índice de la satisfacción de sus clientes. De repente un nuevo competidor entró al mercado, en menos de tres meses perdimos el 60% de nuestros clientes. Al año, la empresa en la que trabajaba quebró y el nuevo competidor continuó creciendo hasta la fecha”.

4) Sugiere una acción: Si la evidencia que acabas de dar apoya fuertemente tu punto de vista, entonces la acción sugerida es capaz de hacer un cierre espectacular. Aquí también no olvides utilizar una frase de puenteo entre la evidencia y tu sugerencia.

Veamos lo que el Sr. Gómez pudiera agregar para su conclusión:

Esto es lo que pienso que debemos hacer: compartir con todos los niveles de la compañía los bajos índices de satisfacción de nuestros clientes para hacerlos conscientes del problema. A su vez, crear un nuevo programa de capacitación que tenga como meta elevar el índice de satisfacción actual. Por último, realizar evaluaciones periódicas para conocer cuánto hemos avanzado.”

Si fueras tú el jefe del Sr. Gómez, ¿cómo reaccionarías ante la certeza y objetividad de sus respuestas? Seguramente a partir de esa reunión lo tomarías muy en cuenta para saber su opinión en temas estratégicos de la empresa para conocer sus comentarios y sugerencias.

Espero que te ayude para prepararte ante cualquier situación inesperada e improvisar un discurso con éxito.


Recuerda para poder improvisar es necesario contar con una metodología y técnica adecuada. La práctica hace al maestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario